El Director de Ingeniería Ambiental de la Universidad de Valparaíso Javier Arancibia, tiene esperanzas que el tema se instale como parte de la agenda legislativa. Aunque su profesión es Biólogo, desde hace tiempo sintió un gran interés por estudiar sobre medio ambiente. Y concretó sus aspiraciones, logrando un Magíster en Educación Ambiental en la Universidad de Playa Ancha, en Valparaíso.
Su tiempo se reparte entre labores en el departamento de Ecología, docencia, talleres y su rol como Director. Dice que la carrera renueva a las autoridades cada cierto tiempo, de esta forma “existe mayor dinamismo y oportunidades en la conducción de la Escuela”. Por otro lado, le gustaría que ésta fuera dirigida pronto por alguien que estudió allí, “espero que el próximo Director sea un Ingeniero Ambiental”, reconoce.
- Educación ambiental en Chile: ¿mito o realidad?
- Buena pregunta. Cuando desarrollé mi tesis sobre este tema había una cuestión que siempre me quedó dando vuelta. En realidad se habla mucho de educación ambiental, pero en lo concreto, en el sistema curricular no está inmerso. Para mí es un mito, pero cada día está tomando más fuerza, se está hablando del asunto. Creo que eso ya es un paso adelante. Quizás por el momento no sea un mito, sino una utopía.
- ¿Cree que debieran existir programas obligatorios en los colegios y universidades?
- Yo creo que sí. Cuando se habla de educación ambiental en el currículum, se entiende que debe tomar un sentido transversal, es decir, todos los profesores en algún momento de la asignatura deberían incorporar el tema ambiental. Así como el profesor de matemáticas enseña a resolver ejercicios aritméticos, debiera ocupar temática ambiental. Por ejemplo: cuánta energía diaria ahorra de una ampolleta cuando la apaga, porque no la está ocupando.
Pero, qué pasa. En matemáticas no se hace y no se realizan ejercicios donde se aplique la realidad chilena de la problemática energética. Otra asignatura, en Artes… también, en Educación Tecnológica, donde ya podría empezar a hablarse de las “ollas brujas”, secadoras de alimentos, etc. ¿Por qué no hay transversalidad? Porque debiera existir una asignatura formal de educación ambiental, obligatoria, que se encargue de tomar todos los ejes de la asignatura y generar esa transversalidad. Por otro lado, incorporar elementos prácticos. Si bien es cierto, la educación ambiental debe tener conocimientos básicos. No saco nada con decirle a un niño todos los días “este papel no se bota al suelo”, si no le digo por qué no se debe botar y qué debe hacerse.
- Una estudiante de la Universidad de La Frontera realizó una tesis sobre educación ambiental y parte de sus conclusiones apuntaban a que ésta es ineficiente en nuestro país, pues no existe claridad de conceptos y los docentes no tienen la capacitación para impartirla. ¿Cuál es su opinión?
- Quizás podemos enlazarla con la primera pregunta. Mito es mucha palabra. Me gusta más la palabra ineficiente. Ella a través de un estudio llegó a esta conclusión. Es ineficiente, porque no hay una unión entre la parte teórica y práctica. También es cierto que los conceptos no están bien entregados, porque los mismos profesores no los comprenden. No puedo pedirle a un profesor de Matemáticas o Artes, que entienda los conceptos al igual que uno de Ciencias. No es necesarios que ellos sepan lo mismo que éste último, sino que aprendiendo lo mínimo en cuanto a terminología puedan aplicarlo en su quehacer.
- ¿Hay alguna persona o institución en Chile que esté promoviendo la educación ambiental a nivel formal?
- Hay varias cosas que se están haciendo. De hecho, ya es bueno que exista una preocupación de preparar a profesionales en el ámbito de la educación ambiental. Hay universidades que están ofreciendo Magíster y yo creo que eso es insuficiente todavía. Hay talleres que están haciendo labores de educación ambiental en sus propios barrios, que se practica en lo local. Hay que tener un pensamiento global sobre los fenómenos ambientales. El caso que analicé en mi tesis fue la recuperación de espacios naturales, a través de educación ambiental no formal. En varios cerros se aplica mediante la reforestación, pero también se enseñan conceptos básicos del ambiente y se inicia una valoración de lo que se tiene. Conocer, valorar y conservar, esos son los principios.
La Conama también se está preocupando y ya está la Certificación Ambiental en los colegios, que me parece un avance. A nivel nacional, también tienen un encargado de medio ambiente. Hay instancias de participación que están preocupados. Tiene que haber un ente regulador, especialistas en esa área específica. Los colegios tienen que llenar un formulario e incorporar un programa de educación ambiental, se exige participación ciudadana y de la comunidad, tanto alumnos como profesores.
Hay instancias y voluntades, pero no pasan de acciones comunitarias, se necesita darle obligatoriedad al asunto…
- ¿Estamos solicitando legislación entonces?
- Yo creo que debe haber un cambio curricular. Tendría que haber una ley, que promueva formalmente la educación ambiental en los colegios. No sé si eso abrirá nuevas profesiones, como profesor de educación ambiental, ¿por qué tendríamos que temerle a eso?
- ¿Qué actividades realizaron como Escuela en el Día del Planeta?
- Nuestra escuela es bien movida en el ámbito ambiental. Los alumnos generan el Congreso Nacional de Estudiantes de Ingeniería Ambiental, hacen seminarios sobre el agua y seminarios energéticos. A nivel de profesores, nosotros hemos ganado dos fondos de protección ambiental. Y cuando es el Día de la Tierra también se hacen actividades, pero son menores.
- ¿Cuál es la línea direccional de contenidos para los alumnos de la Universidad de Valparaíso?
- Nosotros tratamos de dar una formación integral. Nos diferenciamos de la formación que la Universidad Santa María, porque ellos son especialistas en química ambiental, como la Universidad de Playa Ancha que considera más los procesos mineros. Nos parecemos más a la Universidad de Viña del Mar, que estamos referidos más a los recursos naturales, sin dejar de lado los procesos de transformación energética, que está tomando harta fuerza, y el manejo de residuos.
Los alumnos están preparados para realizar Declaraciones de Impacto Ambiental, Estudios de Impacto Ambiental, Gestión de Recursos y Líneas de Base. En todas las careras hay mejores estudiantes que otros, por formación familiar, pueden conseguir trabajo antes, o están más motivados. Sin embargo, tenemos estudiantes capaces de organizar un congreso nacional, si me preguntas tenemos personas capaces de enfrentar un debate, las tenemos.
- En el año 2002 se desarrolló la Cumbre Mundial de Desarrollo Sostenible en Johannesburgo, declarándose lo siguiente: “Mejorar y fortalecer la incorporación de la dimensión ambiental en la educación formal y no formal, en la economía y en la sociedad. ¿Cómo lo ha hecho Chile?
- Muy lento. Hemos dado algunos pasos, pero pequeños. Si bien Chile ha firmado todos los protocolos y tratados habidos y por haber, creo que en el tema educativo hemos sido débiles. Tengo la esperanza que esto mejore.
- Le vuelvo a plantear el concepto de educación ambiental: ¿desafío o derrota?
- Un desafío, sin duda. En materias ambientales no podemos ser derrotistas. Si tú me dices que en el 2012 se va a acabar el mundo y la tasa de contaminación es tan alta, tú no puedes pensar así. Si se piensa así… ¿para qué existen los ingenieros ambientales, o los periodistas que transmiten todas estas noticias? Es un gran desafío. Lo mismo ocurre cuando consultan sobre Desarrollo Sostenible, ¿es una utopía o una realidad? Es lo primero si se mira como obstáculo, pero se ve como lo segundo si es presentado como necesidad. Si no hacemos esto ahora, estamos perdidos.
Fuente: Global Enviromental Quality.
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